A veces detrás de las sonrisas no hay motivos
a veces puede haber dolor como ese dolor cuando el frió helador de tus pies te
impide caminar o como la primera vez que aprendes a andar en bici y te caes a
los espinos. Ese dolor que te deja vacía o más bien llena pero no sabes de qué, un huracán gris
revuelve tú estomago. Vas a llorar al final no lo haces, en tu interior la fuerza
del mar quiere erosionar el muro que rodea las paredes de tu corazón pero todavía
los sentimientos no han cogido la suficiente fuerza para derramarse por todos
los poros de tu piel. Puede que la marea se calme y salga el sol, una sonrisa
en tu boca, porque nadie tiene que saber que no estás bien o también puede que
las olas finalmente destruyan la piedra y broten de tus ojos cual agua
almacenada en los pantanos al abrir las compuertas
¿Cuándo será el
final? te preguntas pero nadie contesta.
La respuesta está en los demás o está en ti. Resulta muy difícil aceptar
que algo ha cambiado que las personas cambian sin darse cuenta al igual que tu.
Si te paras a pensar no eres la misma
que hace tiempo no te hacen daño las mismas cosas puede que ni siquiera te
relaciones con la misma gente. Son las situaciones de la vida las que nos
llevan donde estamos ahora, claro que también podríamos estar en otro lugar si
hubiéramos tomado otras decisiones, quizás mejor quizás peor, nunca lo
sabremos. Eres tú en este momento, en este lugar, con todas tus dudas, tus
miedos, tus alegrías, con lo que sientes, con lo que das, con lo que esperas y
eso nada ni nadie lo podrá cambiar solo tu
11:22
Me ha gustado mucho esta entrada, yo personalmente opino lo mismo que tu, pero no sabría expresarlo de mejor manera, espero que sigas escribiendo mas cosas, cuando le leo se me escapa alguna que otra lagrimilla
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