Inminente

Su disco duro está lleno por favor elimine elementos, triangulo amarillo de peligro con una exclamación  para abajo. Eso es lo que debería advertirme la mente. Mi  estado en estos momentos era de un inminente colapso. Si, inminente como lo fue la salida de la Pantoja de la cárcel. Cuantas cosas se pueden transmitir  con una sola palabra.  En fin, tampoco os voy a hacer un análisis exhaustivo de las palabras que suficiente tengo con lo mío. Lo mío era penar y  pensar hasta que me doy cuenta de que tengo muchas cosas que hacer.  Todo esto me pasa ahora mismo por la cabeza:  ¿Se puede cambiar la relación que tienes con ciertas personas?  Depende si esas personas quieren cambiar su relación contigo y si no lo quieren pues no van a servir de nada tus esfuerzos,  estoy hablando claro de cambiar a mejor,  porque esas personas te importan y te duelen cosas que con otras personas no te dolerían. ¿Se puede volver a la relación que tenias antes con ciertas personas? Depende de lo que ha pasado, si los dos quieren poner de su parte para volver a ser como antes, Si quieren seguir formando parte de tu vida,  igual se han cansado de tantos desplantes y ahora aunque tú quieras a ellos se les agoto paciencia, se cambian los papeles porque todos sentimos lo que alguna vez hicimos sentir a los demás.

No podemos coger el coche y retroceder en el tiempo y hacer algunas cosas que no hicimos quizás luego no servirían de nada pero nunca se sabe tampoco puedes coger una goma de borrar y hacer como que ciertas cosas no las hiciste  todo ello condiciona tu vida ahora. Siempre pensando la frase correcta, la manera perfecta, la apariencia adecuada cuando lo que importa es lo que llevas debajo de cada trapito nuevo. Lo que importa es la carcajada que te salió del alma, ese abrazo espontaneo, la cara de tonto al ver a alguien, esas miradas intensas. Todos estos pensamientos las imágenes borrosas que pasan como estrellas fugaces y al fondo la voz de Andrés Suarez  y su Te va a pasar. El ambiente idóneo al que solo le falta mezclarlo  todo  con la batidora para  dar como resultado dos lagrimas cayéndome por la cara. Pero que ella disimularía con absoluta maestría , tantas veces inventándome una vida tendrían que servir de algo, además se encuentra en un bus de camino hacia su piso compartido con sus dos amigas.

 Pero que desfachatez la mía contándoos lo que me pasa sin apenas presentarme. Me llamo  Siena,   tengo  29 años,  estudio derecho en la universidad Rey Juan Carlos de Madrid y doy clases de baile.  Bailar es lo que me permite ser yo misma,  sin necesidad de inventarme una vida, es como si viniera una ventolera y se llevara consigo todos mis miedos. Intento recordar el paso de una coreografía cuando me doy cuenta de que se ha pasado mi  parada y  tropiezo con la mirada de el chico que se ha sentado al lado, un chico raro, bueno yo lo llamo así,  con su camisa algo sucia unos vaqueros y unas bambas. Tiene el pelo rubio recogido en una mini coleta, vamos, que no es de los chicos en los que suelo fijarme  Parece que tiene unos ojos verdes pero casi no se los puedo ver porque su flequillo le tapa y ademas no me mira. Mierda pero quien me ha mandado ponerme tan alejada de la puerta ahora a ver como atravieso  tanta cola de sardinas enlatadas  El bus todavía esta en marcha me levanto del asiento y…. - ¡wepa!  me dice el chico raro, casi me caigo encima de él,  menos mal que me he agarrado a la barra  y ¡wepa!  repito yo, Pero que hago diciendo esa estupidez, es que siempre me da por decir palabras sin sentido ante situaciones que no controlo lo digo para que no os asombréis.

Continuara...
Posdata: Os animo a que comentéis si os gustan mis reflexiones, Si añadiríais o cambiaríais alguna cosa. Es importante para mi. 
un beso 

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